miércoles, 26 de marzo de 2014

La Fortaleza


Señor, quiero agradecerte por la fortaleza que me das. Hoy me siento débil y frágil— pero sé que cuando soy débil, Tú eres fuerte. Infúndeme tu fuerza hoy. Mi fuerza procede del tiempo que paso a solas contigo y Te agradezco porque lo único que tengo que hacer es decir dos palabras—“Jesús, ayúdame”.

Tú deseas darme fuerzas  física, emocional y espiritualmente. Recuérdo con frecuencia, a lo largo del día, que tengo tu presencia en mí. Señor, separado de Ti nada puedo hacer. Y así lo siento. Cuando trato de hacer las cosas siento abrumado fácilmente. Pero cuando dependo de tu fuerza puedo correr sin cansarme.
Gracias por darme la fortaleza que necesitaré para enfrentar lo que hoy se presente en mi vida. Te amo. Amén. 


 - 2 Corintios 12: 10 “Ciertamente, yo soy la vid; ustedes son las ramas. Los que permanecen en mí y yo en ellos producirán mucho fruto porque, separados de mí, no pueden hacer nada.”             – Juan 15: 5