lunes, 11 de agosto de 2014

No Estas Solo



          Cada vez que empieces a sentirte con miedo o ansioso, repite esta promesa incondicional:                                                                          
«Nada me podrá separar de tu amor, Jesús».

La mayor parte de las miserias de la humanidad tiene sus raíces en la sensación de la gente de que ya no se les quiere. En medio de circunstancias adversas, tienden a sentir que el amor se ha ido y que se les ha olvidado. Este sentimiento de abandono es a menudo peor que la propia adversidad.
Esta es su palabra para ti hoy…
No te abandonaré, ni dejaré de ayudarte.
Mi Presencia está sobre ti continuamente.
En la palma de mi mano he grabado tu nombre.


ROMANOS 8.38-39; JOSUÉ 1.5; ISAÍAS 49.15-16